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Que mienta si me muero

Con más pena que gloria.

Con más pena que gloria.

Hay días, como el Martes, en los que no me entero de nada de lo que pasa a mi alrededor, y días, como ayer Miércoles, en los que me levanto con una terrible resaca que acabo convirtiendo milagrosamente, en una hermosa borrachera. Y hay ocasiones en las que por razones para mí desconocidas, acabo empalmando dos de esos días, y es entonces cuando tengo la sensación de llevar una eternidad aislado del mundo. Me encuentro más empanao de lo normal, y además soy perfectamente consciente de ello.Es como sentirte solo en medio de una enorme playa, pero sabiendo que estás en medio de una multitud que no conseguiría llegar a ti por mucho que lo intentase.

 Me encuentro con gente que jura sobre la biblia si es necesario, que han estado hablando conmigo en algún bar, y por más que trato de recordarlo, todos los bares se me funden en uno sólo. Vienen personas que tratan de contarme cosas sobre sus vidas que me parecen totalmente estúpidas, pero que al parecer, la noche anterior me parecían terriblemente interesantes.

 Me asaltan recuerdos, estando tumbado en el sofa, que hablan de chicas con las que hablé y no me hicieron ni puñetero caso, y de chicas que trataron de llamar mi atención, sin conseguir que yo me diera cuenta. Me asaltan las dudas sobre los beneficios e inconvenientes de las cosas que he llegado a hacer, teniendo siempre en cuenta, que solo me acuerdo de la mitad de ellas, con lo cuál prefiero no pensar en las que hice y olvidé.

 ¿Nunca habeis tenido, tras una noche o dos de fiesta, esa sensación de no recordar casi nada de lo que ocurrió, pero saber que lo pasasteis genial? Bienvenidos a mi mundo, suena pretencioso, pero si alguna vez os ha pasado, sabreis de qué hablo.

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