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Que mienta si me muero

Ivan Ferreiro

Ayer estuve en un concierto promocional (oséase gratuito) de Iván Ferreiro en el Studio 54. No soy muy dado a hacer críticas de conciertos porque siempre me gustan todos, la música en directo me puede. Sólo diré que fue raro, salió a tocar con una guitarra (una Telecaster como bien apuntó un amigo que se ve que sabe de esas cosas) en la que solo llevaba una cuerda, concretamente de bajo. A la guitarra su hermano Amaro Ferreiro, y a la batería un tal Karlos, bastante bueno por cierto.

Como decía el concierto me gustó, no hubo tanta complicidad como la otra vez que lo ví (con Los Piratas por aquél entonces), pero si que hubo más intimidad, no estaba tocando para todo el mundo, estaba tocando para él, y para los pocos que conseguíamos mantener la bocaza cerrada mientras trataba de cantar. Es lo malo de los conciertos gratis, que la gente va por ir, y dan muchísima guerra.

Tras el concierto, fiesta otra vez, pero con moderación. Al final en la cama a las 6, con una media sonrisa por lo bien que lo pasé, y una extraña sensación de "ahí queda eso" que todavía no se a que venía.

Mañana más y más bonito, que hoy estoy bastante espeso, y mi ordenador se ha empeñado en ponerme las cosas más difíciles aún.

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