Empieza lo bueno.

Ya estoy aquí, no es un anuncio, es una amenaza. Ya estoy de vuelta, tras un extraño verano, ahora toca poner cada cosa en su sitio.

Primero tengo que empezar ordenando la habitación, que tras varios meses sin pisar en ella, ha ido acumulando una enorme cantidad de trastos, lo raro es que son todos míos, y yo casi no he estado en ella, pero bueno, es de esos misterios que a veces es mejor no intentar resolver. Tengo que bajar la vieja pantalla del ordenador a la carbonera (me he comprado una de 19 pulgadas, de esas que tienes que girar el cuello si quieres verlo todo), tirar la caja de la nueva, colocar los apuntes que supuestamente he utilizado este verano con erótico resultado (suspendí las dos asignaturas a las que me presente), y tengo que decidir que hacer con las cajas de zapatos que se acumulan encima del armario, y que ya amenazan con provocar un alud que ríete tú de lo de centroamérica (ya sé que no debería reirme de esas cosas, pero lo mío siempre fue el humor fácil y de mal gusto).

Tengo que ordenar mis libros y discos, que con las adquisiciones de estos tres meses, están bastante descolocados.

Tengo que ordenar la carpeta de clase, que es de esas clasificadoras con sus compartimentos y demás chorradas.

Tengo que ordenar los deuvedés a los que les pasa un poco como a los libros y discos, los nuevos están puestos a bulto, sin orden ni concierto.

Y sobre todo tengo que ordenar mi vida, en los últimos tres meses me han pasado unas cuantas cosillas de esas que pueden cambiarlo todo para siempre, un par de ellas o tres lo han hecho, el resto se quedaron en meros simulacros de algo importante, pero también hay que dedicarles un poco de atención, que sino el tiempo acaba sepultando viejas heridas sin cerrar que se reabren cuando menos te lo esperas.

En definitiva, que esta semana estoy en Stand By, tratando de colocar lo mejor que puedo las piezas del rompecabezas en que se ha transformado mi vida últimamente, y en cuanto lo tenga todo ordenado, o por lo menos sepa dónde está cada pieza, las cosas comenzarán a carburar poco a poco, para adquirir en Noviembre (o eso espero) velocidad de crucero.