Blogia
Que mienta si me muero

¿Cómo darse cuenta que eres la persona más tonta que conoces?

¿Cómo darse cuenta que eres la persona más tonta que conoces? Antes de explicar la historia de cómo mi móvil acabó en la nevera, hay que dejar claros una serie de conceptos, a saber:

1=> Soy un borrego
2=> Se me nota mucho que estoy empanao, y si no se me nota, aplíquese el concepto número 1.
3=> Puedo llegar a hacer verdaderas estupideces si estoy solo, pero chorradas de las gordas eh?
4=> No le hago demasiado caso al movil.

Bueno, vamos a lo que vamos, nuestra historia comienza hace cosa de año y medio en una bonita ciudad del norte de España, nuestro protagonista se llama yo, quiero decir que soy yo vamos, y no me llamo porque no me hace falta, si me quiero algo ya me entero sin necesidad de llamarme.
Pues eso, que estaba yo solo en casa un fin de semana cualquiera, y entre las variadas opciones a la hora de la comida, me decanté por la más peligrosa, pero también la más divertida, prepararme algo a mano (nada del otro mundo, unos macarroncillos de nada). Por supuesto me puse los cascos inalámbricos conectados a la minicadena de la habitación y dentro de ella el "Siamese Dreams" de los Smashing Pumpkins dando vueltas y más vueltas.

Al acabar de comer me puse a recoger todo, y cuando digo todo me refiero a las muchísimas cosas que había esparcido por toda la cocina para preparar la comida y comer. El sofá aullaba mi nombre desde el salón deseando sentir mi culo sobre sus mullidos cojines, y claro decidí que cuanto antes acabase de recoger, antes me podría tumbar, así que me puse a ello a toda velocidad. Entre las muchas cosas que había encima de la mesa estaban el mando de la tele y el móvil, y acabaron ambos en la nevera junto al bote de tomate frito empezado, el pan o el agua, todo esto mientras yo pegaba botes por toda la cocina con los cascos a toda pastilla y cantando aquello de tudei is de greireeeeeeeeeeeeeeeest deeeeeeeeei ayyyyyyyy never niuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Por suerte el móvil era un prehistórico Siemens m35 resistente a los golpes (siempre que fueran propinados desde una altura menor de 1,86 metros) y al agua (pero no al alcohol), así que el tio como si nada, aguantó la helada como un campeón y a la mañana siguiente lo pude incluso usar para enfriar mi té vespertino, ya que como os he dicho era resistente al agua (y por ende, tambien al té).

Lo triste es que me pasé toda la tarde buscando el móvil porque necesitaba hacer unas llamaditas (nunca lo pierdes hasta que lo necesitas) y por supuesto no lo encontré por más que me llamé, incluso llegué a buscarlo a oscuras temiendo que lo hubiese dejado en silencio, pero ni por esas (nótese lo cómico de verme a oscuras, llamando desde el fijo y tratando de distinguir la luz verde de la dichosa pantallita).

Como se puede apreciar en lo escrito, se confirman todos y cada uno de los conceptos del principio, incluso algunos deberían ser ampliados.

4 comentarios

Patch -

No sé por qué, pero noto que me voy a pasar por aquí más a menudo...

Nimue y su kaos -

jejeje
me estoy riendo yo sola aquí en mi cuarto con tu historia, mi movil y yo también tenemos una relación así de extraña;), un besazo majo

covi -

Gracias x hacerme reir un rato jejeje q bueno a oscuras buskando el movil ejjeje muy buena la historia un 10 !!!
BESUKOS WAPO!!!

Marta -

Jejeej, me ha encantado la historia...
(yo una vez dejé al gato de mi madre encerrado) Pero poco rato, eh!!