Dios y las cosas que no son Dios.

Vaya por delante de la crítica una breve descripción personal, para que entendais porqué digo las cosas que digo.

Me encanta la literatura de Ciencia Ficción, fuera de ese género no me desagrada la literatura fantástica, aunque tampoco es que me apasione (sí, he leido "El señor de los ladrillos" y bastantes libros de la "Dragonlance"). Devoro las novelas de Ken Follet (las he leido casi todas) Stephen King no está mal, y odio a John Grisham con toda mi alma, aunque me haya tragado bastantes de sus interminables libros de abogados y selvas. Fuera del mundillo best-seller me gusta mucho Ray Loriga, Houllebeq (aunque no sepa cómo se escribe), me obsesiona "El guardian entre el centeno" (aunque no me vaya a cargar a John Lennon), y la cabeza me da miles de vueltas con Ray Bradbury, al que muchos consideran autor de ciencia ficción porque no han leido 1984 o Farenheit 451 y no se han dado cuenta que es como ver el telediario, no es el futuro, y desde luego no es ficción.

Ángeles y Demonios me parece un buen libro, comparado claro con su secuela "El código Da Vinci". En mi escala personal del 19 al 235 le pondría un 6 (un bien vamos, ni notable ni aprobado). El argumento me parece bastante interesante, habla sobre física cuántica sin presentarnos un embrollo solo al alcance de unos pocos, no se nota demasiado que el autor no tiene ni zorra de muchas de las cosas sobre las que habla, el personaje central (Robert Langdon) es una especie de indiana Jones de andar por casa mezclado con un típico ratón de biblioteca, el enemigo no es ya una organización guiada por la inspiración divina, sino por la racionalidad y la venganza...

Me gusta ese toque antiamericano que le da el autor, aunque sea al fin y al cabo anecdótico, puesto que es el estadounidense el que al final salva la humanidad de la desgracia. La historia de los protagonistas es bastante inverosímil, pero apasionante, y el final es bastante mejor que el de "El Código..."

En resumen, que éste no es un libro de novela histórica, tampoco es un libro conspiranoico digno del mejor programa de Milenio 3, es simple y llanamente una novela de ficción ambientada en una época más o menos actual, y con esa idea hay que leerlo. Si empezamos a fijarnos en todas las inexactitudes o incluso burradas que en él se cuentan, no apreciaremos los buenos ratos que nos proporciona. Ya se que no se puede generar un gramo de antimateria, sé que el papa no se ha muerto, y sé que los aviones experimentales de momento no son más que eso. Precisamente por todo esto me ha gustado el libro, porque no hace falta que todo lo que dice sea real para disfrutarlo. Eso es algo que aprendí leyendo a Asimov, a C. Clarcke y demás genios de la ciencia ficción.

También sé que los reyes son los padres, y cada año me "pido" algo en navidad, sé que los lunis no existen y no por ello dejo de disfrutar cada vez que veo a Lubina en la tele ( he de confesar que me encantan, sobre todo la bruja), y me doy cuenta que los Simpson no son amarillos de verdad, de hecho ni siquiera son de verdad.

¡¡¡Echadle un poco de imaginación!!!. Para desgracias y reality shows ya están los telediarios y Gran Hermano.