De puente a puente y me dejo llevar por la corriente.
Tirado en el sofá todo el día, haciendo la fotosíntesis lo mejor que puedo. Visitas esporádicas a la nevera y el baño para equilibrar la balanza entradas - salidas, y mucha tele por cable.
Aún no hay que hacer ningun trabajo para la universidad, los parciales quedan bastante lejos, y todas mis obligaciones pueden resolverse en un periodo de tiempo no inferior a treinta minutos y no superior a una hora. Procuro pensar lo menos posible, me mantengo en un estado de semiinconsciencia inducida para evitar problemas. No contesto al móvil, ni siquiera a los mensajes con indecentes proposiciones eróticas. No quiero que nada me distraiga de mi cometido, dejarme vencer por la pereza.
La resaca del sábado aún me ronda por la cabeza, o es mi cabeza la que aún ronda por la noche del sábado, no lo tengo muy claro, como no tengo muy claras muchas de las cosas que pasaron esa noche, aunque como dicen en la Historia Interminable: Esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
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Marta -